58
59
John Jarlen Quiroz Villada
Carlos Fernando Soberón Restrepo
Perseguido
Boston, 28 de noviembre de 1993
¿Para qué me fui tan lejos tía? Tan lejos de ti, tan lejos de
mí. Fui un tonto al querer poner distancia entre dos co-
sas que son indisolubles. Pero no me puedes culpar, no
puedes, aunque sea un tonto. Perdóname por no haber-
te escrito antes pero no había nada que decir, igual que
el día en que te vi por última vez, esa lágrima que corría
por tu mejilla dijo lo que ninguno de los dos habría po-
dido.
Te escribo desde un restaurante al que vengo a diario, es
un lugar tan bonito tía, se llama Mother Annas, a ti te
gustaría. Vengo aquí cuando esa presencia se hace inso-
portable. Por la ventana de mi cuarto se ve la fachada
polvorienta de un motel que lleva por nombre “Hope”,
te imaginas tía. Paso muchas horas mirándolo y pregun-
tándome dónde estarás tú, qué verán tus ojos, y quisiera
tanto ver través de ellos, las montañas, las calles con
olor a tierra mojada, tus vestidos llenos de lirios y mar-
garitas y siento tu perfume aunque estés tan lejos. Soy
un huérfano tía, ahora lo sé.